sábado, 14 de julio de 2018

Mi recuerdo del 73


Creo recordar que empezó septiembre del 73 y no llegaba ninguna noticia de Cheste, puede ser que ni la esperáramos. Yo ya había hecho sexto de EGB y unos días antes, no creo que llegara a la semana, de la presentación en la Estación Sur de Autobuses, la de Palos de Moguer. Mi casa y yo mismo fuimos víctimas de un frenético ir y venir a comprar ropa y del bordado del 13223 en toda mi ropa en el lugar indicado por las viñetas del dossier recibido de la Mutualidad de la Construcción o de La Laboral. Llegamos a la Estación, abarrotada de autocares, chavales y familiares. Antes de la hora indicada para la salida, empezaron a pasar lista para ubicar a cada uno en su autocar y dar un breve tiempo para las despedidas. Yo no tuve ningún problema, la despedida no sé si fue corta o larga pero si sé que no fue ni triste ni traumática.

 
Todos acomodados en su sitio, se cerraron las puertas y empezaron un sin fin de sentimientos enfrentados a ambos lados de las lunas de los autocares, quizás más lágrimas que alegría, normal en edades tan tempranas. Yo recuerdo que me senté por la parte de atrás, escogí ventanilla para poder dar el último adiós a mi madre. Los autocares, quince o veinte o más. se pusieron en marcha y empezamos el viaje hacia la Nacional III, Madrid-Valencia, algunos por primera vez, para otros ya era un camino conocido. En el viaje hubo de todo, como os podéis imaginar, hubo alguno que no tenía consuelo y no paraba de sollozar, otros como pasa en todo los viajes cuando los nervios se agarran al estómago, a lo suyo. En mi grupillo contábamos nuestras historias y puede que alguno nos contara las vivencias de sus hermanos mayores.




Puede que desde antes de la cementera de Buñol, alguno apuntara que estábamos cerca y la Laboral se veía desde muy lejos, creo recordar cruzarnos con una avioneta de Calmante Vitaminado en la cuneta, además de los Toros de Osborne y de la botella de Tío Pepe. Efectivamente, la Uni se divisaba a lo lejos, cuatro moles de cemento gris en lo alto del monte, cada vez más cerca, cada vez más enorme, una ciudad de chavales, un recinto vallado con edificios variopintos y con barrera de acceso...




Mucho antes de llegar a esa barrera nos quedamos asombrados con un edificio extraño, brazos de cemento a modo de patas de araña de una altura igual o superior a un cuarto piso, ese que había dejado atrás unos 325 km. Al abandonar la Nacional nos pareció más descomunal y al atravesar la barrera nos pareció más extraño y colosal.









Giramos a la izquierda y nos fuimos alejando de ese edificio para cruzarnos con más edificios de cemento gris, algunos unidos entre sí y otros aislados. Pasamos al  lado de unos bloques bajos alineados y otros altos detrás, de tres alturas con soportales, también alineados pero no en línea recta. En la parte izquierda un bloque aislado en lo alto de una cuesta, rectangular de 3 o cuatro plantas, también lo dejamos atrás al igual que uno circular.





Al poco de sobrepasarlo y viendo perplejos una de las cuatro torres que vimos desde muy lejos, nos detuvimos y las puertas se abrieron y nos hicieron bajarnos y recoger nuestra maleta...


Puede que algunos no quisieran bajarse para retornar con su familia, algo del todo imposible en ese momento. El adulto que nos acompañó en todo el viaje nos indicó que nos dirigiéramos a nuestra Residencia, a nuestro Colegio. Ningún problema para los que conocían esos conceptos, ellos marcharon en procesión por una sucesión de rampas de ida y vuelta ascendente. Les dejé de ver porque yo desconocía esos dos conceptos y me quedé el último para preguntar que tenía que hacer a nuestro acompañante adulto. Entre perplejo y extrañado de que desconociera esos datos me indicó que subiera las rampas y entrara en las primeras puertas que me encontrara y preguntara si ese era mi Colegio. Así lo hice, subí las rampas y entre en la primera puerta (R1-Colegio Tiburón), entré y fui a la primera sala a la derecha (recepción) y de ahí al primer despacho (Tutores), no estaba en sus listas, algo normal porque estaban los de otros cursos. Eso sí, me indicó que entrara en el siguiente colegio, así lo hice y entré en el Atún con el mismo resultado y respuesta. Salí y accedí al Salmón, mismo resultado y no recuerdo bien si fue en este Colegio en alguno después, que se le encendió la bombilla y gentilmente se propuso resolver mi problema llamando a los colegios de nuevo ingreso, en un par de llamadas me resolvió la incógnita, "continua al siguiente edificio grande (Residencia 2) y busca el Urogallo (Colegio). Agradeciendo su gestión, cogí mi maleta y me puse a andar en busca del Urogallo, por supuesto que ni idea de que era esa palabra pero lo localicé en la quinta entrada, Búho, Gaviota, Buitre, Cormorán, Urogallo, era un ave extraño el que estaba en la entrada.





Subí las escaleras, entré y accedí a la primera sala de la derecha donde un adulto me recibió, me han dicho que me presente aquí, "ah, tú eres el que han llamado del otro Colegio", "si". Me tomaron los datos me hicieron la ficha y me indicaron mi habitación y como podía llegar, saliendo a la derecha, al fondo subir unas escaleras (de ida y vuelta) hasta el segundo piso, pasillo largo de la izquierda, habitación 21, cuatro literas con colchas verdes y rallas negras anchas haciendo cuadros, cuatro taquillas y una ventana con poyata interior y algo de barras metálicas (radiador) debajo. Cogí la primera cama de abajo y la taquilla más próxima, fue curioso ver la chapa de la pared con un interruptor al lado, la chapa basculaba y escondía una bombilla de vela. La de veces que me clavé la chapa en la espalda al hacer la cama durante el curso. No recuerdo si fui el primero en llegar o ya había alguien cuando llegué, compartí el curso con Marcelo OV de Bienvenida, Ignacio PG de Alcantarilla, José Antonio PR de Priego, Diego PG y Damián de Abengibre, Rafael PO de Nueva Carteya y Fco Javier RS de Valencia.








Lo que aconteció después es una larga historia que duró tres años...
 


Actualización 3-7-2022
Quizás haya un error en los componentes de mi habitación y sea José Ramón LD de Arechavaleta en vez de Damián G¿?