martes, 1 de noviembre de 2011

Día D...

Dia de Difuntos, la vida sigue...



En ocasiones, extraños compañeros de viajes, bajadas obligadas, voluntarias, alguna no programada, otras forzadas, ... Más de seis años ya que desperté de una vida rutinaria, el hallazgo ocasional de un espacio virtual me hizo hacerme la gran pregunta, ¿Qué habrá sido de mis compañeros laborales? Desde entonces enganché mi vagón a este tren en cuantas ocasiones he podido hacerlo. La vida ha continuado su curso y algún ser querido se ha bajado en su última parada, tras su marcha desenganché voluntaria y definitivamente algunos vagones con un chirrido desagradable que no merecía la pena engrasar por su avanzado y enconado deterioro. Es agradable deambular por los pasillos de este tren tan especial hasta llegar al vagón-restaurante y disfrutar de tan grata compañía, sea cual sea la parada donde se decida quedar. Es curioso recordar haber subido a un vagón de mercancías como polizón cuando era pequeño y bajarnos en marcha, una marcha lenta, para atravesar campos de cereales y llegar a un pueblo que se divisaba en lo alto de un monte. Años más tarde fueron muchos los trenes que cogí, todavía hoy, sigo enganchándome cada vez que me invitan y puedo hacerlo.
Esperemos que el trayecto sea de largo recorrido y podamos disfrutar plenamente del viaje hasta nuestra última parada.

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